Objetivo de fitness | Training Journey | Duración | Resultado |
Adelgazar | Tonifica y reafirma | 5 meses | -10 kg |
Erika siempre había visto el fitness como algo que tenía que hacer y nunca como algo de lo que podía disfrutar. Pero con el tiempo, empezó poco a poco a ganar peso y a sentirse infeliz e incómoda con su aspecto físico.
Ver a otras personas participar en el desafío de transformación despertó algo nuevo en ella. Inspirada por sus trayectorias, Erika decidió dar una segunda oportunidad al fitness. Se comprometió totalmente con su propia transformación y descubrió una fuerza que no sabía que tenía. Esta es su historia:
«De pequeña siempre hice deporte, sobre todo natación y danza, pero al llegar a la universidad lo dejé por completo. Nunca me ha apasionado el fitness. Lo hacía principalmente porque mi madre era muy clara al respecto y me decía: "El deporte es bueno para ti, tienes que elegir uno". Así que, cuando crecí, dejé de hacerlo poco a poco».
Redescubrir el fitness
«Después vino la pandemia. Gané peso, mi metabolismo cambió y no estaba acostumbrada a tener que controlar lo que comía. Mi dieta nunca fue mala, pero me gusta comer dulces, pizzas y hamburguesas. ¡Supongo que soy fácil de convencer! Sé que debería haber prestado más atención a esto.
En esa época también empecé a trabajar en Freeletics, y mi perspectiva sobre el ejercicio cambió. Entrenar empezó a ser divertido y era fantástico hacerlo con amigos. ¡Me fascinó descubrir todo lo que son capaces de hacer nuestros cuerpos y empecé a comprender lo increíble que es hacer un Pullup!
Creo que en el fondo sigo siendo un poco perezosa, pero ahora que voy a empezar el desafío de transformación, entrenar ya no me parece una obligación».
Establecer objetivos que importan
«Mis objetivos para el desafío de transformación eran perder grasa abdominal, ganar musculatura y tonificar el cuerpo. Además, quería aprender a comer de forma más equilibrada. Pero, por supuesto, también quería mirarme en el espejo, ver la evolución y sentirme orgullosa de mí misma.
Estaba emocionada, decidida y feliz. Había visto los resultados de otros participantes del desafío de transformación y estaba feliz de tener esta oportunidad. Además, durante las primeras semanas me di cuenta de que no es tan duro como parecía desde afuera, pero hay que mantener el enfoque, ¡y estoy decidida a hacerlo!».
Mitad del camino: seguir adelante pase lo que pase
«En la mitad del desafío de transformación, a veces me sentía un poco perezosa y admito que algunos días habría preferido saltarme el entrenamiento. Pero la gran diferencia es que entrenaba de todas formas.
No siempre tenía ganas de entrenar, pero saber que me iba a divertir después de ponerme en marcha me ayudaba a ser constante. Disfrutaba mucho de las sesiones, sobre todo cuando entrenaba con otras personas.
Estaba entusiasmada de seguir adelante porque sabía que podía conseguir mucho más y estaba deseando ver lo lejos que podía llegar en los siguientes 2 meses. Tenía la sensación de que el desafío me ayudaría a ser responsable y que los resultados que ya había logrado (y que seguiría logrando) me mantendrían motivada y activa incluso después del desafío de transformación.
Pero, en secreto, también quería que se acabara el desafío para tener un poco más de flexibilidad con la comida (¡no comer pizza durante 2 meses y no tomar un helado en todo el verano es un gran esfuerzo para una italiana!). ¡Estoy muy contenta de que la dieta incluyera pasta! Y aunque tuviéramos que levantarnos a las 5 de la mañana (descubrí que entrenar por la mañana de vez en cuando no es tan malo), seguí sintiéndome animada y convencida de poder continuar durante otro par de meses».
Transformación por dentro y por fuera
«He notado grandes cambios físicos, sobre todo en las piernas, los brazos y la barriga. Estoy mucho más cerca de mi objetivo, y cada vez me veo y me siento más fuerte y con mejor aspecto. Sinceramente, ¡nunca he tenido unos brazos tan fuertes!
Todo el mundo a mi alrededor se ha asombrado con los cambios y me ha dicho que están muy orgullosos. Y se han dado cuenta de que no solo me veo mejor, sino que también me siento mejor.
Estoy orgullosa de mí misma por haber aguantado y mantenido la constancia con la dieta y el entrenamiento. Los cambios físicos han sido muy evidentes, lo que me hace sentir orgullosa de lo que he logrado y también me motiva a seguir adelante».
Una nueva mentalidad
«Ya no veo el fitness como algo que estoy obligada a hacer. Ahora, es como una herramienta para mantener mi cuerpo en forma y estar sana a largo plazo. Solía pensar que era bastante constante, pero nunca me sentí fuerte, hasta ahora. Percibo los desafíos de forma distinta.
Este es un ejemplo: En septiembre, mientras estaba en Gibraltar, iba a subir al peñón en teleférico, pero estaba cerrado por vientos intensos. Cinco meses antes, me habría disgustado. Sin embargo, miré el mapa y decidí subir andando. Fue una caminata de 8 horas y el recorrido incluía volver a bajar al punto de inicio. Acabé el día cansada, pero fui completamente capaz de hacerlo».
Ir mucho más lejos
«¡Al final del desafío de transformación, conseguí mi objetivo! Creo que he perdido incluso más peso y he ganado más musculatura de lo que pensaba. Estoy muy orgullosa de mí misma, sobre todo porque no siempre fue fácil seguir adelante, ¡pero lo hice!
Un beneficio inesperado ha sido la cantidad de energía que he ganado, lo que me ha sorprendido mucho. Tampoco me he muerto por entrenar por las mañanas, algo que no me esperaba.
Creo que puedo mantener este estilo de vida saludable porque conozco mejor mi cuerpo».
Mi consejo: nunca subestimes tu fuerza
«El desafío de transformación requiere fuerza y constancia, pero vale la pena. Cuando te sientas sin fuerza, recuerda que es bueno para ti y céntrate en los resultados finales. ¡Y nunca subestimes lo fuerte que puedes llegar a ser!».