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El impacto medioambiental de la carne

Meat Impact

La carne no es la única fuente de proteínas que existe, y no es para nada la más ecológica. Sin embargo, nuestras elecciones en la cocina no solo nos afectan a nosotros, sino también a nuestro planeta.

Por qué la producción de carne tiene un notable impacto en nuestro medio ambiente

Todo tiene un coste. Como la carne es nutritiva, alta en proteínas, en vitamina B y en minerales, también tiene un impacto mayor en el medio ambiente que los alimentos vegetales. Requiere más energía producir carne debido a que se pierden calorías para alimentar a los animales. Para conseguir 1 caloría de ternera hacen falta hasta 9 calorías de alimentos vegetales.

Además, la producción carnícola es el emisor individual más importante de metano a la atmósfera, un gas que tiene serios efectos en el calentamiento global. Los diferentes tipos de carne producen diferentes niveles de emisión de metano: la carne de vacas y ovejas suelen necesitar más emisiones que la de pollo, por ejemplo. Asimismo, las granjas de cerdos generan una gran cantidad de estiércol, que puede contaminar el suelo, el agua y el aire.

Y no se trata solo de emisiones y alimentos: la agricultura usa más agua fresca que cualquier otra actividad humana, con casi un tercio del uso destinado al ganado. Por ejemplo, se necesitan hasta 16.000 litros de agua para producir 1 kilo de ternera, cuatro veces la cantidad necesaria para producir 1 kilo de judías.

Qué puedes hacer para reducir tu huella ecológica

Reduce tu consumo de carne

La idea de que "necesitas carne para estar fuerte" ha sido desmentida muchas veces. Hay muchos alimentos vegetales altos en proteínas que pueden ayudarte a optimizar tu musculatura y satisfacer tu hambre de proteínas. Además, muchos de estos alimentos son también tan altos en fibra que contribuyen a un sistema digestivo saludable. Si no quieres volverte vegetariano ni vegano, puedes cambiar la carne por legumbres y granos al menos un par de veces por semana, y eso ya tendrá una gran impacto. ¡Incluso puedes hacerte una deliciosa y nutritiva hamburguesa sin carne!

De roja a blanca

El excesivo consumo de carne roja no solo es perjudicial para nuestro planeta, sino que también puede tener un efecto adverso para nuestra salud: el consumo en exceso de carne roja se ha asociado al cáncer de colon. Tanto en beneficio de tu salud como del medio ambiente, deberías limitar el consumo de carne roja a una o dos veces por semana. La carne blanca, los huevos y los lácteos son excelentes fuentes de proteínas, y también dejan una menor huella ecológica.

Vuélvete orgánico

Ya sea por tu salud o por el medio ambiente, en la medida de lo posible, es una sabia opción consumir carne, lácteos y huevos orgánicos y locales. Al reducir el consumo de carne roja, es buena idea cambiar a carne, mantequilla y lácteos de ganado alimentado con pasto para asegurarte de que tomas suficientes proteínas. Estos alimentos también proporcionan grasas más saludables que las de sus equivalentes inorgánicos. Además, la conservación y gestión de las praderas pueden contribuir al almacenamiento de carbono y a apoyar a los granjeros locales.

Sé amplio de miras

Los empresarios y científicos especializados en la alimentación trabajan para desarrollar proteínas alternativas, que sean nutritivas y deliciosas, a la vez que tengan un menor impacto medioambiental. Ahora puede sonar revolucionario, pero en el futuro podría ser normal cenar algas, carne artificial o incluso insectos.

Resumamos:

Las decisiones que tomes relacionadas con tu comida tienen un impacto importante no solo en tu salud, sino en el planeta, y todos deberíamos animar a nuestros familiares y amigos a cambiar nuestro estilo de vida tal y como te acabamos de contar. No estamos diciendo que deberías volverte vegetariano mañana, pero tomarte un tiempo para considerar qué comes y de dónde procede es importante tanto para nuestra salud como para todo el planeta.