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Comer bien en el trabajo

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Somos lo que comemos y si comemos alimentos frescos y nutritivos, entonces seremos unos empleados más sanos y más felices. Con el estrés que hay en muchos lugares de trabajo modernos, comer sano no es siempre una prioridad, pero debería.

¿Por qué debes comer bien en el trabajo?

La respuesta puede parecer obvia, pero la manera en la que comes en el trabajo puede influir más de lo que te imaginas. Por ejemplo, tomar alimentos ricos en azúcares o en grasas saturadas a la hora del almuerzo puede darte un subidón de energía de forma inmediata, pero al rato te dará un bajón importante, dejándote adormecido, poco productivo y con ganas de terminar la jornada laboral.

Además, puede que estés comiendo entre dos o tres comidas al día, cinco días a la semana en el trabajo, por lo que tus hábitos alimenticios en el lugar de trabajo tendrán un impacto significativo en tu aspecto físico, peso y bienestar. Si te acostumbras a elegir opciones más saludables y equilibradas, se reducirá la probabilidad de sufrir enfermedades o de ganar peso y te hará ganar seguridad en ti y en tu trabajo.

Existen varias maneras de fomentar una alimentación saludable en el trabajo

El almuerzo ruleta

Una alimentación sana en el trabajo empieza por arriba y eso es exactamente el caso de Freeletics; lo que hace el jefe, ¡lo hacemos todos! Una de estas iniciativas es el almuerzo ruleta. Significa que una vez al mes, se organizan grupos al azar entre todos los empleados de la empresa que luego van a comer o cocinar un día juntos. Esto no solo promueve hábitos de alimentación saludables compartidos por toda la empresa, sino que aquellas personas que no suelen hablar entre ellas, tienen la oportunidad de pasar tiempo juntas y encontrar intereses comunes mientras comen una ensalada o un wrap saludable.

Tarjetas de socio para restaurantes locales saludables

Otra manera de animar a los empleados a comer sano es asociarse con restaurantes locales saludables que ofrezcan descuentos al empleado. Esto no solo anima a tener hábitos saludables, sino que también ayuda a la economía local.

Tener snacks saludables a mano

Todos necesitamos un tentempié según pasa el día, pero este no tiene que boicotear tu dieta saludable. En lugar de dulces, chocolate o patatas fritas, pon a disposición de los empleados: frutos secos, nueces y semillas. Estos alimentos sacian durante más tiempo y proporcionan una liberación de energía más lenta y prolongada, eliminando el bajón de azúcar que puede llegar más tarde.

Cocinar juntos

Cocinar juntos no solo hace que las personas socialicen, sino que también las inspira a comer más sano ya que son conscientes de lo que hay en la comida que están tomando. ¿No dispones de cocina en el trabajo? No te preocupes. Las comidas como los wraps y las ensaladas son opciones de comida saludables que no requieren material ni utensilios de cocina.

Prepara el almuerzo la noche (o fin de semana) anterior

Prepara la comida con antelación organizando las porciones adecuadas en un recipiente individual para cada comida. De esta manera, sabes exactamente lo que comes. Puede parecer sencillo, pero la preparación de la comida equivale a la conciencia sobre la comida, lo que diferencia una alimentación adecuada de una alimentación consciente.

Si comes fuera, elige la opción más saludable

La comodidad no está reñida con la salud. Independientemente de que tu empresa te ofrezca tarjetas de socio o no, cuando comas fuera, intenta elegir las opciones más saludables y más nutritivas, ¡por muy tentadora que sea esa grasienta hamburguesa!

Resumanos:

Un poco de esfuerzo puede ayudar mucho. Hacer pequeños cambios en la alimentación de tu jornada laboral podría mejorar tus niveles de energía, aumentar tu productividad y controlar ese bajón de media tarde, sin necesidad de cafeína. Da igual si eres el jefe de la empresa o el empleado, intenta implementar algunas de estas ideas en tu vida laboral diaria y observa la diferencia por ti mismo.

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