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Aumentar la velocidad: ¿Solo genética?

Sprinting

Algunos dicen que los velocistas nacen, y los corredores de maratón se hacen. Pero esto no es del todo cierto. Ambos requieren mucho trabajo. Si no lo eres de nacimiento, ¿cómo puedes volverte rápido? Descubre qué esconde la velocidad y qué puedes hacer para convertirte en la versión más rápida de ti mismo.

El cuerpo tiene cientos de millones de fibras musculares, que se dividen entre “lentas” y “rápidas”. Las fibras musculares lentas necesitan mucha energía, ya que la usan lentamente durante un periodo de tiempo más largo antes de cansarse. Esto las vuelve en indispensables para la resistencia en deportes como carreras de distancia. En comparación, las fibras rápidas usan menos energía porque son más explosivas, pero se cansan mucho más rápidamente. Son importantes para actividades como los sprints. Como este tipo de fibra muscular puede crecer en tamaño, los músculos de los velocistas suelen ser más grandes y fuertes en apariencia.

¿Los atletas tienen la velocidad innata?

La mayoría de la gente tiene una cantidad similar de ambos tipos de fibras, pero algunos tienen más de un tipo que del otro. Tener más músculos rápidos convertiría a alguien más adecuado genéticamente para los sprints, mientras que más músculos lentos lo convertirían en un buen corredor de maratones. Hay formas para entrenar tipos de músculos específicos: los sprints, el entrenamiento con pesas y el entrenamiento con intervalos de alta intensidad contribuyen a desarrollar fibras rápidas, y los ejercicios de cardio (especialmente las carreras de larga distancia) contribuirán a desarrollar fibras musculares lentas.

Pero cualquiera puede aumentar su velocidad, independientemente de su genética. Ya solo mejorar tu técnica funciona: por ejemplo, moviendo los brazos adecuadamente mientras corres. Los ejercicios de coordinación y movilización también mejorarán tu técnica y, por tanto, tu velocidad. El entrenamiento con intervalos aumentará tu velocidad máxima, ¡así que sigue practicando sprints! Crear y fortalecer los músculos de las piernas que te propulsan hacia delante también contribuirá a aumentar tu velocidad. Para adquirir más velocidad también tendrás que trabajar en tu coordinación neuromuscular a dos niveles: la coordinación intramuscular y la intermuscular. La coordinación intramuscular conlleva optimizar las unidades dentro de un mismo músculo para desatar todo su potencial, mientras que la coordinación intermuscular significa optimizar la interacción entre grupos de músculos. Estos aspectos pueden mejorarse entrenando la fuerza y la coordinación, respectivamente.

Objetivos diferentes, entrenamientos diferentes

Tanto si quieres bajar segundos de tu PB de 100m, como si quieres correr una maratón, cada objetivo requiere mucho trabajo, pero también un entrenamiento diferente. Para los corredores de distancia que quieran mejorar su velocidad, su entrenamiento debería constar de los siguientes componentes principales: carreras largas lentas para la resistencia y la distancia, entrenamiento de intervalos rápidos para la velocidad en general, y carreras más largas pero más rápidas como los workouts de Running. De esta forma, se mejorará la velocidad en distancias más largas. Los velocistas tendrán que seguir corriendo sprints, entrenando la fuerza y mejorando la coordinación.

El que quiera aumentar su velocidad general tendrá que mantener una buena combinación del entrenamiento adecuado para sus objetivos con tiempos de recuperación. Es importante recordar que el cuerpo necesita suficiente tiempo para alcanzar las altas metas que le marques… así que ten paciencia y sigue trabajando.