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“Si siempre pones excusas, nunca conocerás tus límites”

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“Todo el mundo es capaz de romper los límites que tiene delante.”

Conoce a Max y Marcus Laudan, los Atletas Libres gemelos de Berlín que están dejando huella en el mundo del tenis. Ambos hermanos se encuentran entre los 50 mejores jugadores de tenis de todo el mundo y lo han conseguido mientras seguían estudiando en la universidad. ¿Te parece increíble? Y, ¿si te contamos que se han pasado casi toda su vida en una silla de ruedas, sin poder caminar? Sí,la vida no se lo ha puesto nada fácil a estos dos chicos, pero han sabido salir adelante y se han vuelto más fuertes. Si piensas que esta “limitación” les detiene, te vas a dar cuenta de que estás equivocado. Sigue leyendo para descubrir la historia de los jugadores de tenis y de cómo Freeletics les ayudó a redefinir sus límites.

¿Cuándo notaron que algo no iba bien?

“Al poco tiempo de nacer, los médicos se dieron cuenta de que había algo que no funcionaba bien en nuestros brazos y piernas. Sin embargo, disfrutamos de una infancia totalmente normal hasta la edad de 5 años. Podíamos correr, subir a los árboles y jugar como lo hacen otros niños. Pero cuando llegamos a la guardería, todo cambió. Con el tiempo, estaba claro que nuestras piernas no estaban creciendo como debían y también éramos más bajos que otros niños. Teníamos tanto dolor en las piernas que ya no podíamos caminar o dormir. Aquí fue cuando comenzó una maratón de operaciones quirúrgicas.“

“Nos diagnosticaron una enfermedad rara llamada displasia epifisaria múltiple. Solo 13 personas la padecen en Alemania y no existe mucha información al respecto. Básicamente, se trata de un desorden en el desarrollo del cartílago y de los huesos que principalmente afecta a los extremos de los huesos de los brazos y de las piernas. Es doloroso, pero también es un problema funcional, por lo que afectó nuestra capacidad de caminar y nos obligó a ir en silla de ruedas.“

¿Cómo fue pasar por esa maratón de operaciones quirúrgicas?

“Muchos amigos nos han preguntado sobre las operaciones, pero la verdad es que no guardamos demasiados recuerdos de esta etapa de nuestras vidas. Es como si nuestros cerebros hubieran borrado todas las escenas y nos hubiéramos quedado solo con algunas imágenes. Durante 5 años vivimos en un ciclo continuo de operaciones quirúrgicas, recuperaciones y más operaciones. Fue bastante duro porque cada vez pensabas “esta vez sí, después de esta operación podré caminar”, pero nunca ocurría. Siempre había un problema nuevo y siempre una nueva razón para ir al quirófano, y cada vez nos volvíamos un poco más débiles. Pero siempre estuvimos juntos lo que nos unió todavía más. Sentíamos el mismo dolor al mismo tiempo. Nos enfrentábamos juntos a todos los momentos duros”

¿Cómo ha sido crecer con una discapacidad?

“Cuando eres pequeño, no te das cuenta de que algo va mal y no te sientes diferente a los otros niños. Solo sabes que tienes dolores y que no puedes dormir bien. Se convirtió en algo normal pasar muchas temporadas en el hospital y nos acostumbramos a ir allí regularmente sin saber por qué, ni qué pasaría después. Nos decían una y otra vez que todo iría bien después de la siguiente operación, pero no fue así.”

Marcus: “No siempre resultaba fácil volver a la escuela después de las operaciones. Todo el mundo me miraba y pensaba “¿quién es este chico?”. Creo que ellos veían la silla de ruedas y yo no. Y aunque era genial que la gente me ayudará a veces, también me hacía sentir diferente. Pero no creo que estar en una silla de ruedas sea una discapacidad real. Yo controlo mi propia vida, no la silla de ruedas.“

Max: “Debido a todas las operaciones quirúrgicas, no hice ejercicio durante mucho tiempo y engordé bastante. También era nuevo en la escuela y estaba en una silla de ruedas. Todo esto me volvió extremadamente inseguro y me intimidaron. Se me hacía duro ir a la escuela, me centraba en ir a clase, pero no lo pasaba bien. Al final me cambié de escuela para empezar de nuevo. También empecé a entrenar y a jugar al tenis. En ese momento es cuando todo cambió para mí.”

¿Cómo empezaron a jugar al tenis?

Marcus: “Empezamos a jugar al tenis a los 12 años. Nuestro hermano mayor y nuestra madre nos introdujeron en este deporte y nos enganchamos de inmediato. Es un juego tan rápido que está lleno de técnica y requiere mucha fuerza y coordinación. Aprender a jugar al tenis en una silla de ruedas fue algo muy desafiante, pero nos dio a ambos algo en lo que trabajar. Al principio fue muy duro conducir la silla de ruedas lo suficientemente rápido como para alcanzar la pelota y recordar también que tienes una raqueta en la mano derecha. Realmente necesitas desarrollar la capacidad de saber dónde va a botar la pelota. Una de las cosas que me encanta del tenis es que realmente puedes ver tu progreso, y que cuanto más entrenas, más recompensado te sientes. Nos dio la sensación de que teníamos de nuevo el control.“

¿Qué es lo que te atrae del deporte?

Max: “El tenis no es solo un deporte físico, también es importante tener una mente fuerte y saber cómo jugar contra tu oponente. Marcus es la mejor pareja de entrenamiento para mí, porque siempre estamos compitiendo. Pero también nos ayudamos el uno al otro para mejorar y nos esforzamos para alcanzar los mismos objetivos. Esto es lo que hemos hecho toda nuestra vida. Al motivarnos el uno al otro en situaciones difíciles, nos hemos vuelto tan fuertes como lo somos ahora. Es un ciclo de dar y tomar sin pensar en la situación.”

¿Cuándo apareció Freeletics en sus vidas?

Marcus: “Empecé a tener problemas con un hombro que me mantuvo fuera de juego durante mucho tiempo. Durante esta pausa, quería seguir algún tipo de entrenamiento para estar en forma en el momento de volver a jugar. Al principio fui a un gimnasio, pero no me sentí cómodo ya que tenía que dejar la silla de ruedas fuera y entrenar en el suelo. Sentía como si me hubieran quitado las piernas y no quería enseñar mi debilidad en público. Empecé a buscar otras alternativas en Internet y así es como encontré Freeletics. Al principio fue muy difícil. No podía creerlo. Pensé en abandonar a mitad de camino, pero continué. Empecé a entrenar más y más a menudo, y pude ver cómo mejoraba cada día. Al final, el hombro ya no me dolía y mi habilidad en el tenis mejoró. Mis golpes eran más fuertes y podía jugar durante más tiempo sin tener dolor. Y realmente creo que es gracias a Freeletics.”

Max: “Marcus había empezado a entrenar con Freeletics en casa y vi cómo le estaba ayudando a mejorar sus competencias y a paliar el dolor, así que decidí intentarlo. Continúo entrenando con Freeletics, porque me ayuda a seguir practicando el deporte que me encanta. Como se tienen que completar los workouts lo más rápido posible, no puedes parar, ni pensar en ello, simplemente tienes que hacerlo lo mejor posible. Me encanta competir contra mí mismo e intentar ser mejor que ayer.”

Ya han conseguido mucho, nos gustaría saber qué es lo siguiente que quieren hacer.

Marcus: “Tengo más de un sueño. Por supuesto, ahora mi carrera es mi prioridad, pero también me gustaría jugar en los Paralímpicos. Me encantaría ir con mi hermano. No quiero envejecer y sentir que no he hecho las cosas que quería hacer. Creo que ahora es el mejor momento para hacer realidad mi sueño.“

Max: “Quiero participar en los Juegos Paralímpicos de 2020 y continuar mi trayectoria como Atleta para convertirme en un Atleta profesional. Mi objetivo principal es participar, pero como ya he ganado a algunos de los 10 mejores jugadores, quizás puedo lograr algo realmente grande.”

Como rostros de la nueva campaña Redefine tus límites, ¿cómo redefinen sus límites?

Marcus: “Siempre he vivido mi vida con una mentalidad “sin excusas”. Tener que navegar por la vida con mi discapacidad me obligó a adaptarme y a aprender muchas cosas nuevas rápidamente, como montar en el autobús solo e incluso ponerme un calcetín. Aunque nunca dije esta frase en voz alta antes de empezar a utilizar Freeletics, siempre fue mi actitud ante la vida. Si siempre pones excusas, nunca conocerás tus límites.

Max: “El tenis me ayuda a romper los límites a los que me enfrento todos los días de mi vida. Por ejemplo, solía tener miedo de hacer determinadas cosas, como volar a diferentes ciudades para jugar los torneos de tenis. Pero me gusta tanto el tenis que decidí enfrentarme a estos miedos y me subí a muchos aviones para jugar en distintos torneos por toda Europa. Marcus también fue un gran apoyo para mí. Si no hubiera tenido a mi hermano, sería una persona totalmente diferente a la que soy ahora y no hubiera alcanzado mis objetivos. Creo que puedes conseguir cualquier cosa si das lo mejor de ti. Todo el mundo es capaz de romper los límites que tiene delante.“

Descubre cómo continúan redefiniendo sus límites, tanto en la pista, como en la aplicación, y empieza a redefinir los tuyos con Freeletics.